Sacramento, California — 29 de junio de 2025.

Donald Trump redobló su retórica contra la inmigración en un discurso desde California, prometiendo que, de volver a la Casa Blanca, retirará todos los fondos federales posibles a las denominadas ciudades santuario y enviará “fiscales federales especiales” para perseguir casos de protección a inmigrantes indocumentados.

“No voy a seguir mandando dinero federal a ciudades que protegen criminales. Vamos a terminar con estas zonas donde los ilegales se esconden de la ley,” dijo Trump entre vítores.

¿Cómo funcionaría su propuesta?

Trump detalló que su plan incluiría:

• Retirar financiamiento federal de seguridad pública, transportes y subsidios urbanos a jurisdicciones santuario.

• Crear un grupo especial de fiscales federales con competencia ampliada para procesar a funcionarios que, según él, “obstruyan la ley federal de inmigración”.

• Establecer un registro público de ciudades santuario, con cifras de crímenes asociados a inmigrantes ilegales.

Reacciones y preocupaciones legales

El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó la propuesta como “un ataque directo a la Constitución y a la autonomía local”. Señaló que la Corte Suprema ya ha limitado en el pasado los intentos federales de condicionar fondos estatales o locales.

La American Immigration Lawyers Association advirtió que procesar penalmente a funcionarios locales sería “un abuso extremo de poder y un peligroso precedente constitucional”.

No obstante, grupos conservadores como Federation for American Immigration Reform (FAIR) respaldaron la idea, sosteniendo que las ciudades santuario “ponen en riesgo la seguridad pública”.

Trump ha usado con frecuencia el tema de las ciudades santuario para movilizar a su base política, especialmente en estados clave como Texas y Arizona.