En una nueva escalada de sus propuestas antiinmigración, el expresidente Donald Trump anunció el 15 de junio, durante un mitin en Bakersfield, California, que su administración eliminaría el sistema actual de cortes migratorias y suspendería temporalmente el derecho de asilo en la frontera sur. Esta declaración ha desatado alarma entre juristas, defensores de derechos humanos y líderes internacionales.

“Las cortes de inmigración son un circo. Vamos a cerrarlas y reemplazarlas por procedimientos inmediatos de remoción. Y no vamos a aceptar más pedidos de asilo en la frontera. Cero. Se acabó.” — Donald Trump, 15 de junio, California

La propuesta, según el equipo legal de Trump, formaría parte de una "emergencia nacional migratoria" que permitiría implementar tribunales administrativos bajo control del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), sin intervención del Departamento de Justicia ni revisión judicial independiente.

Eliminación del sistema judicial migratorio

Las cortes de inmigración en EE.UU. están bajo la Oficina Ejecutiva para Revisión de Inmigración (EOIR), un órgano del Departamento de Justicia. Trump propone eliminarlas y transferir todo el sistema a una unidad especial del DHS que emitiría órdenes de deportación de manera "sumaria".

La medida podría violar principios constitucionales como el debido proceso y el derecho a una defensa justa. El American Immigration Lawyers Association (AILA) emitió un comunicado el 16 de junio advirtiendo:

“El cierre de las cortes de inmigración es el equivalente funcional de eliminar los derechos legales básicos para millones de personas.”

Suspensión total del derecho de asilo

Trump también afirmó que suspendería de inmediato todas las solicitudes de asilo en la frontera sur, incluso aquellas provenientes de personas que huyen de persecuciones políticas, violencia de género o amenazas de muerte.

La Convención de Refugiados de 1951, de la cual EE.UU. es signatario, establece que no se puede rechazar a personas que buscan protección. La American Civil Liberties Union (ACLU) ha indicado que la medida violaría no solo el derecho internacional, sino también la Ley de Refugiados de 1980.

Propuesta de "Justicia Expedita de Frontera"

Según documentos internos filtrados al Washington Post el 17 de junio, el equipo de campaña de Trump está diseñando un programa piloto llamado “Justicia Expedita de Frontera”, donde los migrantes serían entrevistados por funcionarios del DHS en centros de procesamiento militarizados y sin acceso inmediato a abogados.

El objetivo declarado es reducir el tiempo de procesamiento de meses a horas. Críticos señalan que esto convertiría la frontera en una zona de excepción legal.

Reacciones políticas

• Alejandro Mayorkas, actual Secretario del DHS, declaró el 18 de junio: “Cerrar las cortes de inmigración es destruir el alma del sistema migratorio estadounidense”.

• Kevin McCarthy, exlíder republicano de la Cámara y aliado de Trump, apoyó la medida, diciendo que “el sistema está roto y necesita ser reiniciado por completo”.

• Organizaciones como Human Rights Watch, Amnesty International y el Southern Poverty Law Center calificaron la propuesta de “ataque sin precedentes a los derechos humanos en suelo estadounidense”.

Impacto internacional

Gobiernos de América Latina han expresado su preocupación. La cancillería mexicana emitió una nota diplomática el 19 de junio indicando que “la suspensión del asilo violaría acuerdos bilaterales y expondría a miles de personas a condiciones inhumanas”.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) pidió a EE.UU. que “mantenga su compromiso con la protección de los refugiados y migrantes más vulnerables”.

Opinión pública

Una encuesta de Pew Research Center publicada el 19 de junio de 2025 muestra que:

• El 59% de los votantes republicanos aprueba el cierre de las cortes de inmigración.

• Solo el 27% de los independientes está de acuerdo.

• Entre los votantes latinos, el rechazo es del 74%.

Análisis legal

La abogada constitucionalista Leah Litman (Universidad de Michigan) explicó en The Atlantic que el presidente no tiene autoridad para cerrar unilateralmente un sistema judicial creado por ley federal:

“Solo el Congreso puede reformar o eliminar las cortes migratorias. Lo que propone Trump es inconstitucional y sería bloqueado en tribunales federales.”

Además, el cierre de las cortes implicaría que más de 1.7 millones de casos pendientes quedarían en el limbo, generando caos administrativo sin precedentes.

Conclusión

Con esta nueva propuesta, Trump continúa empujando los límites legales y éticos del sistema migratorio estadounidense. Eliminar las cortes de inmigración y suspender el derecho de asilo serían pasos sin precedentes, con implicaciones profundas para el estado de derecho y la imagen internacional de Estados Unidos.

La propuesta parece diseñada no solo para endurecer la política migratoria, sino también para transformar radicalmente el modo en que EE.UU. se relaciona con los derechos humanos y el derecho internacional.