
Trump Propone Reinstaurar el Título 42 con Justificación de Bioseguridad Nacional
Durante un mitin en Des Moines, Iowa, el pasado 18 de junio, el expresidente Donald Trump sorprendió al anunciar que, si regresa a la Casa Blanca, reinstaurará una versión reformulada del Título 42, una política migratoria originalmente implementada durante la pandemia de COVID-19 para expulsar rápidamente a migrantes en la frontera. Sin embargo, esta vez, Trump justificó la medida bajo el concepto de "bioseguridad nacional", alegando que los migrantes están trayendo enfermedades como dengue, tuberculosis y hasta "enfermedades tropicales desconocidas".
"No solo es una invasión ilegal. Es una amenaza biológica. Están entrando personas con enfermedades que no se veían en Estados Unidos en décadas. Vamos a restaurar una versión más fuerte del Título 42 desde el primer día", dijo Trump ante una multitud en Iowa State Fairgrounds.
Esta declaración marca una nueva estrategia discursiva, que mezcla salud pública, control fronterizo y miedo colectivo, y que ya está generando fuertes reacciones en el ámbito médico, político y legal.
¿Qué fue el Título 42?
El Título 42 del Código de EE.UU. fue utilizado por los CDC bajo la administración Trump en marzo de 2020 para expulsar rápidamente a solicitantes de asilo con el pretexto de evitar la propagación del COVID-19. La medida fue muy controvertida y ampliamente criticada por organizaciones de derechos humanos. La administración Biden lo mantuvo durante más de dos años antes de eliminarlo en mayo de 2023.
Ahora, Trump busca reactivarlo, pero con una nueva narrativa centrada en la "bioseguridad" permanente.
¿Qué enfermedades menciona Trump?
En el discurso de Iowa, Trump hizo alusión a:
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Dengue (reportado en algunos casos en la frontera sur, pero en cifras muy bajas)
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Tuberculosis latente (común en muchas regiones del mundo, pero con bajo riesgo de transmisión)
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“Virus desconocidos”, sin especificar
Médicos expertos han calificado estos comentarios como alarmistas y sin fundamento. El Dr. Jorge Rodríguez, especialista en salud pública, declaró a NBC News el 19 de junio:
"No existe evidencia médica que justifique cerrar fronteras por razones sanitarias en este momento. Esto es política, no salud."
Reacciones legales y constitucionales
Reinstaurar una versión modificada del Título 42 requeriría el respaldo de los CDC o la declaración de un nuevo estado de emergencia sanitaria. Sin embargo, los asesores de Trump han mencionado que podría emitirse una orden ejecutiva bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) invocando una “amenaza grave al interés público”.
Expertos en derecho constitucional como Erwin Chemerinsky y Elizabeth Goitein (Brennan Center) advierten que esta estrategia probablemente enfrentaría demandas judiciales por violar el debido proceso de solicitantes de asilo.
Reacciones políticas
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Ron DeSantis, exgobernador de Florida, apoyó la propuesta diciendo que "la salud pública es parte de la seguridad nacional".
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Kamala Harris, actual vicepresidenta, la calificó de "xenófoba y sin base científica" durante una aparición en Meet the Press (19 junio).
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Human Rights First emitió un comunicado diciendo que "Trump está reciclando políticas fallidas con un nuevo barniz pseudocientífico".
Opinión pública
Una encuesta de Gallup publicada el 19 de junio muestra que:
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El 44% de los votantes republicanos apoya la medida si está justificada por salud pública.
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Solo el 22% de los independientes la aprueba.
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El 11% de los votantes latinos considera válida la justificación médica.
¿Una nueva frontera sanitaria?
La propuesta de Trump también menciona la creación de una "zona de bioinspección migratoria" con personal médico militar y unidades móviles para examinar a todos los migrantes. Estas unidades estarían instaladas en puntos clave de entrada, según fuentes del equipo de campaña entrevistadas por Politico.
Las organizaciones de salud han criticado esta idea como una forma de militarización encubierta del control sanitario. Médicos Sin Fronteras y la Cruz Roja Americana han advertido sobre la "estigmatización biomédica" de grupos vulnerables.
Conclusión
Trump ha abierto un nuevo frente en el debate migratorio al mezclar salud pública y control fronterizo, utilizando el miedo a enfermedades como catalizador político. Aunque esta estrategia podría activar a parte de su base, también corre el riesgo de enfrentar múltiples desafíos legales, éticos y científicos.
Con la campaña electoral intensificándose, queda claro que la frontera sur seguirá siendo uno de los principales campos de batalla ideológicos en la contienda por la Casa Blanca en 2025.

