
Trump Intensifica su Discurso Anti-Inmigración a Medida que se Acerca la Elección Presidencial de 2025
A menos de cinco meses de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el expresidente Donald J. Trump ha intensificado su retórica contra la inmigración irregular en la frontera sur. En los últimos diez días, sus declaraciones públicas, entrevistas y mítines han tenido un enfoque central: la inmigración como un tema de seguridad nacional, crisis social y prioridad de su campaña electoral. Trump ha prometido ejecutar la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos, endurecer aún más el proceso de asilo y reinstaurar políticas migratorias de su primer mandato.
Esta narrativa no es nueva en la estrategia política de Trump, pero en este ciclo electoral adquiere una nueva dimensión dada la reciente orden ejecutiva del presidente Joe Biden que restringe el asilo en momentos de altos niveles de cruces fronterizos. Trump ha desestimado esa medida como un "truco electoral débil" y ha prometido aplicar soluciones mucho más radicales.
Promesas de Deportaciones Masivas
Durante una entrevista concedida a Fox News el 13 de junio de 2025, Trump declaró que su administración llevará a cabo "la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos". Según sus propias palabras:
“Vamos a devolver a millones de personas que han entrado ilegalmente. Lo haremos de manera rápida y efectiva. Usaremos a la Guardia Nacional si es necesario. Esta es una invasión.”
Esta declaración ha sido repetida en varios de sus mítines, especialmente en Arizona, Texas y Florida, estados clave para las elecciones. En estos discursos, Trump insiste en que los migrantes no solo están ingresando ilegalmente, sino que, según él, están trayendo consigo criminalidad, tráfico de drogas y explotación de recursos públicos.
En respuesta, defensores de los derechos humanos han señalado que las deportaciones masivas sin el debido proceso violarían leyes nacionales e internacionales, incluidas las garantías constitucionales de audiencia y asilo.
Uso de la Guardia Nacional y Agencias Federales
Trump ha sido explícito en su disposición a movilizar recursos militares para sus planes migratorios. En entrevistas y redes sociales, ha mencionado que utilizaría la Guardia Nacional, así como agencias como el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) y el CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza), para implementar estas deportaciones masivas.
Esto incluiría el establecimiento de campamentos de detención temporales, desde donde se realizarían deportaciones expeditas. Según Trump, estos centros serían necesarios debido al colapso del sistema judicial migratorio actual:
“Las cortes de inmigración están saturadas. Necesitamos lugares donde procesar rápidamente a estas personas y regresarlas a sus países.”
Sin embargo, la propuesta ha generado fuertes críticas de parte de juristas, asociaciones de inmigrantes y hasta de algunos sectores del Partido Republicano, que temen las repercusiones legales, económicas y sociales de militarizar la política migratoria.
Restricciones al Asilo y Reinstauración de Políticas Pasadas
Otra parte esencial del plan de Trump es restringir severamente el acceso al asilo. Ha prometido revivir el programa “Permanecer en México”, implementado durante su primer mandato, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras sus casos eran procesados en EE.UU.
También ha mencionado su intención de invocar la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, la misma que utilizó para justificar su polémico veto migratorio a países de mayoría musulmana. Esta vez, la usaría para suspender el asilo en la frontera sur durante ciertos periodos o de forma permanente:
“No podemos tener un sistema donde cualquiera diga la palabra mágica ‘asilo’ y entre. Eso se acabó.”
Esta afirmación contrasta con los convenios internacionales firmados por Estados Unidos, que protegen el derecho a solicitar asilo frente a persecuciones, guerras o violencia.
Reacción a la Orden Ejecutiva de Biden
El presidente Joe Biden firmó a principios de junio una orden ejecutiva que restringe temporalmente el acceso al asilo cuando los cruces diarios superan los 2,500. La medida ha sido criticada tanto por organizaciones progresistas como por republicanos como Trump.
Trump respondió en un mitin en Laredo, Texas:
“Biden está tratando de engañar al pueblo americano. Esta orden ejecutiva no hará nada. Es demasiado tarde. Él abrió la frontera. Nosotros la cerraremos.”
Según Trump, la única solución efectiva es un cierre total de la frontera sur, con reforzamiento físico (más muro), mayor vigilancia tecnológica y presencia militar. Prometió reanudar la construcción del muro fronterizo desde el "primer día" de su mandato, si es reelegido.
Lenguaje Contundente: “Invasión”, “Delincuentes”, “Caos”
Una constante en los discursos recientes de Trump ha sido el uso de lenguaje extremo para describir la situación migratoria. Palabras como “invasión”, “pandemia criminal” y “colapso nacional” han sido comunes. En un discurso en Ohio, llegó a decir:
“Los carteles mexicanos controlan más partes de nuestra frontera que el gobierno de Estados Unidos. Estamos perdiendo nuestro país.”
Este tipo de lenguaje ha sido criticado por su potencial para incitar odio contra comunidades migrantes y por desinformar al público. Numerosos estudios han demostrado que los migrantes no cometen crímenes a tasas más altas que los ciudadanos nacidos en EE.UU. Sin embargo, el discurso de Trump sigue encontrando eco en sectores conservadores y en votantes preocupados por el orden y la seguridad.
Reacciones Políticas y Sociales
Las organizaciones de derechos civiles como la ACLU, Human Rights Watch y Southern Poverty Law Center han emitido comunicados rechazando las propuestas de Trump. Alegan que violan los derechos humanos fundamentales y representan un retroceso para el país.
Del lado republicano, hay división. Mientras figuras como Ron DeSantis y Greg Abbott han apoyado las posturas de Trump, otros líderes republicanos más moderados advierten que estas medidas podrían alejar a votantes latinos e independientes.
Entre los demócratas, la respuesta ha sido de condena total. El senador demócrata Alex Padilla dijo:
“Trump está proponiendo campos de detención masivos, militarización de comunidades y el fin del derecho al asilo. No podemos permitir que esto se normalice.”
Opinión Pública y Encuestas
Las encuestas recientes muestran que la inmigración se ha convertido en uno de los tres temas principales para los votantes, junto con la economía y el costo de vida. Según una encuesta de Pew Research del 18 de junio:
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67% de los votantes republicanos apoyan la idea de deportaciones masivas.
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42% de los votantes independientes también apoyan mayores restricciones.
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Solo un 19% de los votantes demócratas apoyan estas propuestas.
Esto indica que, aunque polarizante, el discurso de Trump puede estar ganando tracción en sectores clave del electorado.
Conclusión
En esta etapa avanzada de la campaña electoral, Donald Trump está apostando fuertemente por un discurso de “mano dura” en inmigración. Sus declaraciones en los últimos diez días forman parte de una estrategia coherente con su historial, pero más agresiva y directa que nunca.
Los próximos meses serán clave para ver si esta narrativa consigue movilizar a su base sin alienar al electorado moderado. Mientras tanto, defensores de los derechos humanos y comunidades migrantes se preparan para lo que podría ser un nuevo ciclo de políticas de exclusión, detención y deportación si Trump regresa a la Casa Blanca.

