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Trump, inmigración y agricultura: ¿mano dura o pragmatismo electoral?

Washington D.C., 21 de junio de 2025 – Las políticas migratorias del presidente Donald J. Trump siguen siendo una de las áreas más controvertidas de su administración. Sin embargo, en una sorprendente declaración este sábado, el mandatario ofreció un giro pragmático al sugerir que ciertos agricultores podrían seguir contratando a trabajadores indocumentados si “se hacen responsables” de ellos. Al mismo tiempo, ordenó la revocación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para miles de afganos, endureciendo su postura frente a los refugiados.

Una concesión inesperada para el campo

Durante un evento en Iowa, Trump afirmó que “buenos agricultores, con buena reputación” podrían mantener a trabajadores indocumentados en sus fincas si asumen legalmente la responsabilidad por ellos. Esta posición contrasta con su discurso habitual de “cero tolerancia” hacia la inmigración ilegal, y responde a la presión de empresarios agrícolas, quienes alertan sobre la crisis de mano de obra en el sector.

Medios como Axios y Reuters confirmaron que esta posible excepción se encuentra en fase de evaluación por parte de su equipo. Trump no ofreció detalles específicos sobre cómo se implementaría este sistema ni qué tipo de responsabilidad legal o fiscal se exigiría a los empleadores.

Revocación del TPS para afganos

En paralelo, la administración de Trump anunció la revocación del TPS para ciudadanos afganos, decisión que entrará en vigencia el 14 de julio de 2025. Esta medida afecta a miles de personas que huyeron del país tras la toma del poder por parte del Talibán en 2021. Organizaciones de derechos humanos han denunciado que esto podría exponerlos a riesgos graves si son deportados.

La comunidad afgana en Estados Unidos expresó temor y desconcierto, especialmente porque la mayoría de los beneficiarios del TPS han vivido y trabajado legalmente en el país durante años.

Tensiones y contradicciones

Estos movimientos reflejan una estrategia migratoria ambivalente: mientras se impone mano dura en las ciudades santuario y se eliminan protecciones a refugiados, se considera una flexibilización selectiva en sectores económicamente estratégicos como la agricultura.

La oposición ha calificado estas acciones como contradictorias y oportunistas, mientras que los simpatizantes de Trump argumentan que es una muestra de liderazgo realista que protege los intereses del país sin descuidar la economía rural.

Conclusión

La inmigración sigue siendo un campo de batalla en la agenda de Trump. El aparente giro hacia una solución parcial para los agricultores no suaviza el impacto de otras decisiones duras como la eliminación del TPS para afganos. A medida que se acercan las elecciones, estas posturas mixtas podrían responder más a una estrategia electoral que a una política migratoria coherente.

Este articulo fue para propósitos informativos y no constituye asesoría legal.  Si quiere una consulta personalizada, visítenos en

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